Amarles con toda tu alma, con todo tu corazón.
Entregando toda tu energía, toda tu pasión.
Sin retener nada para tí.
Amar sin prudencia, sin precaución.
Disfrutarle hasta en el último momento,
en éxtasis o en cansancio,
en ira, en delirío, en sonrisa, en ternura.
Amar con todo lo que tienes,
entregando todo, sin guardar nada para tí,
ni siquiera lo mínimo, bastón para ayudarte
a levantar cuando se ha ido.
Amarle incluso en secreto,
en grito contenido,
en esperanza asesinada,
alma sin motivos.
(Gritándolo solo al alba.)
Amarte sin saberlo tú,
sin aceptarlo yo.
Amarte sin quererlo,
sin voluntad para evitarlo.
Amarte así, con cada gota de mi sangre.
Amarte hasta quedar vacía de mi,
vacía de tí...
Sin sueños, ni palabras, ni colores
para dibujarte sobre mi piel.
Hasta quedarme sin aliento,
ni fuerza para mirarme otra vez...
en esos ojos de noche...
Tétrica noche,
amenazante muerte me espera en tí.
Esperando la cuchillada de tus manos en mi garganta...
Me quedo en cunclillas sobre la sábana.
Me enredo en tu cuerpo,
me ahogo en tu pelo...
Todo para morir en tus brazos
y renacer de nuevo en tí... dentro... de mí.
Amarle con todo tu ser, disfrutar y saborear
cada pequeño momento.
Guardarlo en la memoria.
Amarlo con todo, toda tú, toda tú...
...y después?
Y después... sólo dejarlo ir.
Y cuando ha llegado el rotundo punto final,
recogerás tus lagrimas,
y una por una irás guardandolas
junto a sus recuerdos, juntos,
todo en el baúl de la memoria.
Donde podrás buscarle, siempre que le quieras ver.
Donde podrás seguir amándolo con todo tu ser,
aunque él jámas vuelva a estar aquí en tu mismo aire....
recogerás tus lagrimas,
y una por una irás guardandolas
junto a sus recuerdos, juntos,
todo en el baúl de la memoria.
Donde podrás buscarle, siempre que le quieras ver.
Donde podrás seguir amándolo con todo tu ser,
aunque él jámas vuelva a estar aquí en tu mismo aire....
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